La Cruz
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
El espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ungió el Señor;
me ha enviado a predicar buenas noticias a los pobres,
a vendar a los quebrantados de corazón,
a publicar libertad a los cautivos
y a los presos abertura de la cárcel,
a promulgar el año del favor del Señor.
— Isaías 61:1-2†
La Invitación
Mi alma proclama la grandeza del Señor.
Mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador,
que ha notado la humillación de su sierva;
desde hoy, todas las generaciones me llamarán bendita.
Dios Poderoso me ha hecho grandes obras
y su nombre es santo.
Su misericordia alcanza a sus fieles,
generación tras generación.
Desplegó la fuerza de su brazo
y dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de sus tronos
y levantó a la gente humilde.
Colmó de bienes al hambriento
y a los ricos despidió sin nada.
Ayudó a su siervo, el pueblo de Israel,
porque recuerda la misericordia prometida
a quienes vivieron antes que nosotros:
a Abrahán y a su descendencia por siempre.
— Lucas 1:46-55, de BCP1979, trad. 2022
Las Cuentas Cruciformes
Cuando el Señor restauró de la cautividad a Sión,
éramos como los que sueñan.
Entonces nuestra boca se henchió de risa,
y nuestra lengua de alabanza.
Entonces se dijo entre la gente:
«grandes cosas ha hecho el Señor por éstos.»
Grandes cosas ha hecho el Señor por nosotros;
y estamos alegres.
Restáuranos de la cautividad, oh Señor,
como los arroyos en el Néguev.
Los que siembran con lágrimas,
con regocijo segarán.
— Salmo 126:1-5†
Las Semanas
Yo soy la voz del que clama en el desierto:
«¡Preparen el camino del Señor!
¡Enderecen su sendero:
una calzada recta para nuestro Dios!»
— Juan 1:23†; Isaías 40:3†
Después de la séptima cuenta:
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
El Despido
Estén siempre gozosos.
Oren sin cesar.
Den gracias en todo;
porque esto es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.
No apaguen el Espíritu.
No menosprecien las profecías.
Lo examinen todo;
retengan lo bueno.
Y el Dios de la paz los santifique en todo.
Fiel es el que los llama.
— 1 Tesalonicenses 5:16-21, 23a, 24a†
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.