La Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Pueblos, préstenme atención, escúchenme, naciones:
yo publicaré mi enseñanza
y mis mandamientos alumbrarán a los pueblos.
Mi victoria está cercana,
mi acción salvadora está en camino;
con mi poder gobernaré a los pueblos.
Los países del mar esperarán en mí y confiarán en mi poder.
Levanten los ojos al cielo, y miren abajo, a la tierra:
el cielo se desvanecerá como el humo,
la tierra se gastará como un vestido
y sus habitantes morirán como mosquitos.
Pero mi salvación será eterna, mi victoria no tendrá fin.
(Isaías 51:4-6, DHH.)
La Invitación
Te daré gracias, Señor, de todo corazón;
te cantaré himnos delante de los dioses.
Cuando te llamé, me respondiste,
y aumentaste mis fuerzas.
(Salmo 67:1-3[2-4], DHH.)
Las Cuentas Cruciformes
Hermanos y hermanas, les ruego por la misericordia de Dios
que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva,
santa y agradable a Dios.
Éste es el verdadero culto que deben ofrecer.
(Romanos 12:1, DHH, alt.)
Las Semanas
«¿Quién dicen que soy?»
«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.»
(Mateo 16:15-16, DHH.)
El Despido
Ahora deja, Señor, que me vaya en paz,
conforme a lo que habías prometido;
porque mis ojos han visto al Salvador
que has preparado ante los pueblos:
luz que ilumina a las naciones
y gloria de Israel, tu pueblo.
(Nunc dimittis, BCP1979, trad. 2022.)
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.