La Cruz
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Dios de misericordia,
confesamos que hemos pecado contra ti
por pensamiento, palabra y obra,
por lo que hemos hecho
y lo que hemos dejado de hacer.
No te hemos amado con todo el corazón;
no hemos amado a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Sincera y humildemente nos arrepentimos.
Por amor de tu Hijo Jesucristo,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
así tu voluntad será nuestra alegría
y andaremos por tus caminos,
para gloria de tu Nombre. Amén.
— de BCP 1979, trad. 2022
La Invitación
Escuchen los mandamientos de Dios a su pueblo:
Yo soy el Señor tu Dios,
que te saqué de la tierra de Egipto,
de la casa de siervos.
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Amén. Señor, ten piedad.
No te harás ninguna imagen,
ni ninguna semejanza de las cosas en el cielo o la tierra.
Amén. Señor, ten piedad.
No invocarás en falso el nombre del Señor tu Dios.
Amén. Señor, ten piedad.
Te acordarás del día del reposo, para santificarlo:
seis días trabajarás,
mas el séptimo día será reposo para el Señor tu Dios.
Amén. Señor, ten piedad.
Honrarás a tu padre y a tu madre,
pues tus días se alarguen.
Amén. Señor, ten piedad.
No matarás.
Amén. Señor, ten piedad.
No cometerás adulterio.
Amén. Señor, ten piedad.
No robarás.
Amén. Señor, ten piedad.
No darás testimonio falso.
Amén. Señor, ten piedad.
No codiciarás nada de lo que pertenezca a tu prójimo.
Amén. Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad de nosotros,
y graba todos estos tus mandamientos
en nuestros corazones, te suplicamos.
— Éxodo 20:1-17† y Decálogo, de BCP 1979, trad. 2022†
Las Cuentas Cruciformes
Porque la palabra de la cruz es una locura a los que se pierden;
mas á los que se salvan es el poder de Dios.
Los Judíos piden señales, y los Griegos buscan sabiduría.
Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado,
porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres;
y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
— 1 Corintios 1:18, 22-23a, 25†
Las Semanas
Jesús dijo: «Destruyan este templo,
y en tres días lo levantaré.»
— Juan 2:19†
Después de la séptima cuenta:
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
El Despido
Los cielos cuentan la gloria de Dios,
y la expansión anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra al otro día,
y una noche a otra noche declara su sabiduría.
No hay dicho ni palabras de su voz
que no se oyen.
Por toda la tierra salió su hilo,
y al cabo del mundo sus palabras.
La ley del Señor es perfecta, que vuelve el alma;
el testimonio del Señor, fiel, que hace sabio al pequeño.
Los mandamientos del Señor son rectos, que alegran el corazón;
el precepto del Señor, puro, que alumbra los ojos.
El temor del Señor, limpio, que permanece para siempre;
los juicios del Señor son verdaderos, todos justos.
Son más deseables que el oro, y más que mucho oro afinado;
y más dulces que miel, y que la miel del panal.
— Salmo 19:1-4a, 7-10†
Si un sacerdote está presente, puede ofrecer la absolución. De lo contrario, el líder laico puede orar pidiendo perdón usando las palabras entre paréntesis.
Dios omnipotente tenga misericordia de ustedes (nosotros), perdone todos sus (nuestros) pecados por Jesucristo nuestro Señor, les (nos) fortalezca en toda bondad y, por el poder del Espíritu Santo, les (nos) conserve en la vida eterna. Amén.
— de BCP 1979, trad. 2022
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.