La Cruz
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amen.
¡Dios te salve, María!
Llena eres de gracia; el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
o
¡Dios te salve, María!
Llena eres de gracia; el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
El Espíritu Santo vendrá sobre ti,
y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
Por eso también el santo que nazca de ti
será llamado Hijo de Dios.
— Ave María; Lucas 1:35, 42†
La Invitación
Pero tú, Belén Efrata,
siendo pequeño entre los clanes de Judá,
de ti saldrá uno que será el gobernante de Israel;
cuyas salidas son de antaño, de tiempos antiguos.
Estará de pie y pastoreará con la fuerza del Señor,
en la majestad del nombre del Señor su Dios.
Vivirán, porque entonces será grande hasta los confines de la tierra.
— Miqueas 5:2, 4
Las Cuentas Cruciformes
¿Por qué soy tan favorecida,
para que la madre de mi Señor venga a mí?
¡Bienaventurada la que ha creído,
porque se cumplirán las cosas
que se le han dicho de parte del Señor!
— Lucas 1:43, 45
Las Semanas
Nada de lo dicho por Dios es imposible.
Nada de lo dicho por Dios es imposible.
— Lucas 1:37
El Despido
Mi alma engrandece al Señor,
y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador;
pues ha mirado la bajeza de su sierva;
he aquí, a partir de ahora,
todas las generaciones me llamarán dichosa.
El Poderoso me ha hecho grandes cosas,
y santo es su nombre.
Su misericordia es de generación a generación
sobre los que le temen.
Ha demostrado el poder de su brazo;
ha esparcido a los orgullosos
de la imaginación de sus corazones.
Ha derribado a los príncipes de sus tronos,
y ha exaltado a los humildes.
Ha colmado de bienes a los hambrientos,
y ha despedido a los ricos con las manos vacías.
Ha dado ayuda a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia,
como habló a nuestros padres,
a Abrahán y a su simiente para siempre.
— Magnificat, Lucas 1:46-55⁜⌑†
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amen.