5º de Cuaresma: comienza el tiempo de la Pasión


La Cruz

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 

Dios de misericordia,
confesamos que hemos pecado contra ti
por pensamiento, palabra y obra,
por lo que hemos hecho
y lo que hemos dejado de hacer.
No te hemos amado con todo el corazón;
no hemos amado a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Sincera y humildemente nos arrepentimos.
Por amor de tu Hijo Jesucristo,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
así tu voluntad será nuestra alegría
y andaremos por tus caminos,
para gloria de tu Nombre. Amén.
— de BCP1979, trad. 2022

La Invitación

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia:
Conforme a tu piedad borra mis rebeliones.
Lávame del todo mi delito,
y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis rebeliones,
y mi pecado está siempre delante de mí.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo;
en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Purifícame con hisopo, y será limpio;
lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.
— Salmo 51:1-3, 6-7†

Las Cuentas Cruciformes

«He aquí que vienen los días», dice el Señor,
«en los cuales haré un nuevo pacto con ustedes.
Les daré mi ley en las entrañas,
y se la escribiré en los corazones;
y yo seré a ustedes por Dios,
y me serán ustedes por mi pueblo.
— Jeremias 31:33, 33†

Las Semanas

Si alguno me sirva, sígame:
y donde yo esté, allí también estará mi servidor.
Si alguno me sirva, 

mi Padre le honrará.
— Juan 2:26

Después de la séptima cuenta:

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

El Despido

Hazme oír el gozo y la alegría;
y se recrearán los huesos que has abatido.
Esconde tu rostro de mis pecados,
y borra todas mis maldades.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio;
y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti;
y no quites de mí tu santo espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salud;
y el espíritu libre me sustenga .
— Salmo 51:8-12

Si un sacerdote está presente, puede ofrecer la absolución. De lo contrario, el líder laico puede orar pidiendo perdón usando las palabras entre paréntesis. 

Dios omnipotente tenga misericordia de ustedes (nosotros), perdone todos sus (nuestros) pecados por Jesucristo nuestro Señor, les (nos) fortalezca en toda bondad y, por el poder del Espíritu Santo, les (nos) conserve en la vida eterna. Amén.
— de BCP1979, trad. 2022

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.