4º de Pascua


La Cruz

¡Aleluya! Cristo ha resucitado.
¡Es verdad! El Señor ha resucitado. ¡Aleluya!
— de BCP1979, trad. 2022

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

El Señor dijo:
«Me ama el Padre, porque yo pongo mi vida,
para volver a tomarla.
Nadie me la quita,
sino yo la pongo de mí mismo.
Tengo poder para ponerla,
y tengo poder para volver a tomarla.
Este mandamiento recibí de mi Padre.»
— Juan 10:17-18†

La Invitación

Mi alma proclama la grandeza del Señor.
Mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador,
que ha notado la humillación de su sierva;
desde hoy, todas las generaciones me llamarán bendita.
Dios Poderoso me ha hecho grandes obras
y su nombre es santo.
Su misericordia alcanza a sus fieles,
generación tras generación.
Desplegó la fuerza de su brazo
y dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de sus tronos
y levantó a la gente humilde.
Colmó de bienes al hambriento
y a los ricos despidió sin nada.
Ayudó a su siervo, el pueblo de Israel,
porque recuerda la misericordia prometida
a quienes vivieron antes que nosotros:
a Abrahán y a su descendencia por siempre.
&&— Magnificat, Lucas 1:46-55, de BCP1979, trad. 2022

Las Cuentas Cruciformes

Hijitos míos,
no amemos solamente de palabra,
sino de obra y en verdad.
Éste es su mandamiento:
que nos amemos los unos a los otros.
Y en esto sabemos que él permanece en nosotros,
por el Espíritu que nos ha dado.
— 1 Juan 3:18, 23-24†

Las Semanas

Yo soy el buen pastor; yo conozco a mis ovejas,
y las mías me conocen.
— Juan 10:14†

Después de la séptima cuenta:

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

El Despido

El Señor es mi pastor;
nada me faltará.
En verdes praderas me hace descansar,
y me conduce junto a aguas tranquilas.
Me devuelve el aliento,
y me guía por sendas justas por amor de su nombre.
Aunque camine por el valle de las sombras de la muerte,
no temeré ningún mal, porque tú me acompañas.
Tu vara y tu cayado
me alientan.
Me preparas una mesa
frente a quienes me atormentan;
me unges la cabeza con óleo,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y piedad me acompañarán
todos los días de mi vida

y moraré en la casa del Señor por largos días.
— Salmo 23, de BCP1979, trad. 2022

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.


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