3º de Epifanía


La Cruz

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
y perdona nuestras ofensas
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
el poder, y la gloria,
ahora y por siempre. Amén. 

La Invitación

Cuando Dios restauró los cautivos de Simón,
nos pareció como un sueño.
Se nos llenó la boca de risa,
y la lengua de cantos de alegría.
Entonces se dijo entre los pueblos:
«¡Qué prodigios les ha hecho el Señor!»
¡Qué prodigios nos hizo Dios!
¡Qué júbilo tenemos!
Restaura, Señor, nuestras fortunas,
como vuelven los arroyos al desierto.
Quienes siembran con lágrimas
cosecharán cantando de alegría.
Quienes riegan las semillas llorando
regresarán cantando, cargados de gavillas.
&&— Salmo 126, de BCP 1979, trad. 2022

Las Cuentas Cruciformes

Alma mía, en Dios solamente reposa;
porque de él es mi esperanza.
Él solamente es mi fuerte y mi salud:
es mi refugio, no resbalaré.
En Dios está mi salvación y mi gloria:
en Dios está la roca de mi fortaleza, y mi refugio.
— Salmo 62:5-7 1:51

Las Semanas

Habla, Señor,
que tu siervo oye.
— 1 Samuel 3:9 

Después de la séptima cuenta:

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

El Despido

Esperen en él en todo tiempo, oh pueblos;
derramen delante de él su corazón:
Dios es nuestro amparo.
Una vez habló Dios;
dos veces he oído esto:
que de Dios es la fortaleza,
y de ti, oh Señor, es la misericordia:
— Salmo 62:8, 11-12a

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 


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