2º de Cuaresma


La Cruz

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 

Dios de misericordia,
confesamos que hemos pecado contra ti
por pensamiento, palabra y obra,
por lo que hemos hecho
y lo que hemos dejado de hacer.
No te hemos amado con todo el corazón;
no hemos amado a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Sincera y humildemente nos arrepentimos.
Por amor de tu Hijo Jesucristo,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
así tu voluntad será nuestra alegría
y andaremos por tus caminos,
para gloria de tu Nombre. Amén.
&&— de BCP 1979, trad. 2022

La Invitación

Los que temen al Señor, le alaben;
le glorifiquen, todos los descendientes de Jacob.
Teman de él, ustedes, los descendientes de Israel.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre,
ni de él escondió su rostro,
sino que cuando clamó a él, le oyó.
De ti será mi alabanza en la grande congregación;
mis votos pagaré delante de los que le temen.
Comerán los pobres, y serán saciados;
alabarán al Señor los que le buscan:
vivirá su corazón para siempre.
Se han acordado, y se volverán al Señor todos los términos de la tierra;
y se humillarán delante de ti todas las familias de las gentes.
Porque del Señor es el reino;
y él gobernará a las familias de las gentes.
Vendrán, y anunciarán al pueblo que nazcan después,
la justicia que él hizo.
— Salmo 23:23-28, 31†

Las Cuentas Cruciformes

Le apareció el Señor a Abram, y le dijo: «Yo soy el Dios todopoderoso;
anda delante de mí, y sé perfecto,
y pondré mi pacto entre mí y ti,
y te multiplicaré de gran manera sus desciendentes.
— Génesis 17:1a-2†

Las Semanas

Quienquiera que desee volverse seguidor mío,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
— Marcos 8:34b†

Después de la séptima cuenta:

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

El Despido

Porque el que quiera salvar su vida, la perderá;
y el que pierda su vida por causa de mí, la salvará.
— Marcos 8:35†

Y estableceré mi pacto entre mí y ti,
y tus descendientes después de ti
en sus generaciones,
por alianza perpetua,
para serte a ti por Dios,
y a tus descendientes después de ti.
— Génesis 17:7

Si un sacerdote está presente, puede ofrecer la absolución. De lo contrario, el líder laico puede orar pidiendo perdón usando las palabras entre paréntesis. 

Dios omnipotente tenga misericordia de ustedes (nosotros), perdone todos sus (nuestros) pecados por Jesucristo nuestro Señor, les (nos) fortalezca en toda bondad y, por el poder del Espíritu Santo, les (nos) conserve en la vida eterna. Amén.
&&— de BCP 1979, trad. 2022

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 


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