Cómo hacerlo


Cómo rezar con el rosario anglicano

Las partes del rosario

La Cruz: como es tradicional con las cuentas de oración en general, comenzamos con la cruz, el símbolo de la salvación. Normalmente, rezamos aquí una oración fuerte y muy conocida,  p.ej., el Credo de los Apóstoles o el Padrenuestro. Esto marca claramente nuestras intenciones cristianas. 

La Cuenta de Invitación: ofrecemos aquí algunas palabras para marcar el tono: una oración que nos invita a rezar con profundidad,  p.ej., «Señor, ábrenos los labios, y nuestra boca proclamará tu alabanza». 

Las Cuentas Cruciformes: estas cuentas toman la forma de la cruz cuando el rosario está tendido plano, de ahí su nombre. Aquí rezamos una oración para introducir las repeticiones en las siguientes cuentas y para establecer un tema: p.ej., la alabanza, la esperanza, la tristeza, el gozo. Probablemente, esta oración será un poco más larga que las siguientes. 

Las Semanas: siete días en una semana; siete cuentas aquí. A lo largo de las escrituras, el número siete es considerado un número santo, con el significado de la perfección de Dios. Con estas cuentas, generalmente oramos una frase, algo corta y sencilla, lentamente, siete veces, con pausas entre las repeticiones:  p.ej., «Bendice, alma mía, al Señor, y bendice, todo mi ser, su santo nombre». Esto nos ayuda a reflexionar sobre las palabras y a serenarnos en la presencia de Dios. 

La Cuenta del Despido: al final, usamos la última cuenta cruciforme para rezar unas palabras apropiadas para terminar nuestro tiempo de oración y regresar al mundo: p.ej., el Nunc dimittis: «Ahora deja, Señor, que me vaya en paz…».

Un ejemplo

La Cruz

Que las palabras de mi boca y las meditaciones de mi corazón te sean aceptables, oh Dios, mi fortaleza y mi redentor. (Salmo 19:14)

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria, ahora y por siempre. Amén. 

La Cuenta de Invitación

Señor, ábrenos los labios, y nuestra boca proclamará tu alabanza.  

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. (BCP 1979, trad. 2022)

La primera Cuenta Cruciforme

Bendito es el Señor, Dios de Israel, que ha venido a liberar su pueblo. Nos levantó un poderoso liberador de la casa de David, su siervo, según había prometido desde antaño por boca de sus fieles profetas, para salvarnos de nuestras enemigos, de la mano de los que nos odian. A nuestros antepasados prometió misericordia y siempre recordar su pacto santo. En la entreñable compasión de nuestro Dios, la aurora romperá y brillará para quienes viven bajo la sombra de muerte, y guiará nuestros pasos por caminos de paz. (Lucas 1:68-79)

La primera Semana

Rézalo siete veces, una vez por cuenta:
Bendice, alma mía, al Señor, y bendice, todo mi ser, su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus bondades. (Salmo 103:1-2)

La segunda Cuenta Cruciforme

Bendito es el Señor, Dios de Israel, que ha venido a liberar su pueblo. Nos levantó un poderoso liberador de la casa de David, su siervo, según había prometido desde antaño por boca de sus fieles profetas, para salvarnos de nuestras enemigos, de la mano de los que nos odian. A nuestros antepasados prometió misericordia y siempre recordar su pacto santo. En la entreñable compasión de nuestro Dios, la aurora romperá y brillará para quienes viven bajo la sombra de muerte, y guiará nuestros pasos por caminos de paz. (Lucas 1:68-79)


La segunda Semana

Rézalo siete veces, una vez por cuenta:
Bendice, alma mía, al Señor, y bendice, todo mi ser, su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus bondades. (Salmo 103:1-2)

La tercera Cuenta Cruciforme

Bendito es el Señor, Dios de Israel, que ha venido a liberar su pueblo. Nos levantó un poderoso liberador de la casa de David, su siervo, según había prometido desde antaño por boca de sus fieles profetas, para salvarnos de nuestras enemigos, de la mano de los que nos odian. A nuestros antepasados prometió misericordia y siempre recordar su pacto santo. En la entreñable compasión de nuestro Dios, la aurora romperá y brillará para quienes viven bajo la sombra de muerte, y guiará nuestros pasos por caminos de paz. (Lucas 1:68-79)


La tercera Semana

Rézalo siete veces, una vez por cuenta:
Bendice, alma mía, al Señor, y bendice, todo mi ser, su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus bondades. (Salmo 103:1-2)

La cuarta Cuenta Cruciforme

Bendito es el Señor, Dios de Israel, que ha venido a liberar su pueblo. Nos levantó un poderoso liberador de la casa de David, su siervo, según había prometido desde antaño por boca de sus fieles profetas, para salvarnos de nuestras enemigos, de la mano de los que nos odian. A nuestros antepasados prometió misericordia y siempre recordar su pacto santo. En la entreñable compasión de nuestro Dios, la aurora romperá y brillará para quienes viven bajo la sombra de muerte, y guiará nuestros pasos por caminos de paz. (Lucas 1:68-79)


La cuarta Semana

Rézalo siete veces, una vez por cuenta:
Bendice, alma mía, al Señor, y bendice, todo mi ser, su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus bondades. (Salmo 103:1-2)

La Cuenta del Despido

Llega la hora, y es ahora mismo, cuando los que de veras adoran al Padre lo harán de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios. Pues el Padre quiere que así lo hagan los que lo adoran. (Juan 4:23)

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.